De todo lo que no soy.

martes, 6 de octubre de 2015 No soy algo que puedas respirar o sonreír una tarde entera. Soy las seis y treinta de cuando los que despiertan no recuerdan su sueño, pero dan el último suspiro sintiendo la sombra de quien los abrasó y no dejó más que eso: fuego. Soy libélula de flores violeta y capullo vacío, sin alas ni vuelo. Soy el vientre en el que bailan miles de peces cuando el amor encuentra su momento; soy los peces y el amor; pero sobre todo, soy el baile de los peces. Aquello que guardas en el bolsillo izquierdo de la prenda que te pones una sola vez, y olvidas después en el armario junto a los abrigos y los zapatos y las cartas jamás abiertas en una caja que no lleva mi nombre. No soy algo por lo que sientas amor, te digo: soy la que siente amor y siempre pierde. Los puntos suspensivos, el suspenso y la suspensión de los recuerdos. El sinsentido de cuando te veo a lo lejos, con las mariposas revoloteándote el encanto y yo, remolino de besos que nunca serán dad...